
Después de revisar las opciones que teníamos cerca y aprovechando que teníamos algo que celebrar seleccionamos el Restaurante El Cingle de Montse Estruch, restaurante con una estrella michelín en Vacarisses.
Realmente ha sido una experiencia muy especial, tanto el ambiente del restaurante como la propia comida ha superado nuestras expectativas. Un lugar sin duda muy recomendable para un día especial. Tan sólo entrar los aromas de vainilla, canela, la luz y la música tenue y el cálido recibimiento por el personal te hace sentir una sensación de calma y relajación.
Después de revisar las alternativas, optamos por la Propuesta de Festivos y Fin de Semana, aunque la opción del Menú Degustación era muy atractiva. El resultado espectacular:
“Trencadis" de canelones del Cingle
Un plato tradicional pero especial a la vez. En este primer plato hemos coincidido y creo que hemos acertado. Fragmentos de canelones de diferente tipos, pasta, envueltos con hoja de col o espinacas y una agradable bechamel acompañada con piñones.

Una experiencia a la vista y al gusto. Una fina capa de gelatina que cubre pétalos de flores cubre el bacalao en su punto. Las judías con cuerpo y sabrosas.

Costillas de cabrito a la "Llosa"
En este caso unas costillas de cabrito aparecen sobre una piedra caliente. También se encuentra acompañado con flores y pequeños dados de patata. Lo que más llama la atención son los aromas. La piedra descansa sobre tallos de romero y hojas de laurel. Cada vez que me acerco al plato el perfume recuerda a una barbacoa en plena naturaleza. De sabor estupendo.

Aunque esperábamos una variedad de la crema catalana, la sorpresa ha resultado muy agradable. Los pequeños hojaldres rellenos con las frutas rojas, las flores y el helado de mango combinaban perfectamente.

Me encantan los dulces y puedo decir que he disfrutado con este plato. El Pastel de queso era delicioso y acompañado con las frutas rojas, la crema que había alrededor o las flores secas ha sido un placer y un disfrute.

Aunque pensábamos que acabábamos aquí no ha sido así y hemos podido disfrutar de un agradable acompañamiento al café, con galletas, espuma de caramelo y trufas. Un final perfecto para una comida especial.
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